El nuevo calendario de Nadal para llegar al Open de Australia
Rafa Nadal tenía planeado viajar a Melbourne el próximo 29 de diciembre para participar en el torneo ATP 250 a principios de enero, pero su positivo por COVID le obliga a estar una semana aislado a la espera de que un resultado negativo en la PCR le permita regresar a las pistas. Su presencia en el Open de Australia -del 17 al 31 de enero- sigue en el aire
El COVID trastoca los planes de Nadal
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El positivo por coronavirus de Rafa Nadal ha alterado todos sus planes con respecto al inicio de la nueva temporada. El tenista balear estaba en plena puesta a punto tras pasar cuatro meses fuera del circuito para someterse a un tratamiento en el pie y apuntaba a la gira de Australia como punto de arranque, siempre que las sensaciones y evolución siguieran siendo favorables. Ahora su nueva situación le obliga a cambiar de planes y la incógnita de su presencia en las antípodas es aún mayor.
«No puedo asegurar al cien por cien mi presencia (en Australia), a estas alturas debo sopesar cada movimiento con cuidado», dijo Rafa Nadal en Abu Dabi, donde reapareció en un torneo de exhibición en el que se midió a Andy Murray y Denis Shapovalov. El balear se marchó con dos derrotas, aunque más allá de los resultados, lo importante era recuperar sensaciones y dejó buenas impresiones en líneas generales. Si ya él mismo quería ser cauto con su presencia en Australia, las noticias a su llegada a España alteraban todo: «He dado positivo por COVID», anunció Nadal el lunes.
«Como consecuencia de la situación tengo que tener total flexibilidad con mi calendario e iré analizando mis opciones dependiendo de mi evolución», dijo Rafa Nadal. En su agenda, antes de saberse contagiado por el coronavirus, estaba viajar a Australia el próximo 29 de diciembre para participar en el torneo ATP 250 de Melbourne del 4 al 9 de enero, escenario en el que quería probarse y ver si era todo lo competitivo que quería como para ir con garantías al Open de Australia, el primer Grand Slam de la temporada y que se celebrará a partir del 17 de enero.
Sin embargo, tras conocerse su positivo por COVID, Nadal deberá permanecer ahora una semana aislado, pendiente de su evolución y a la espera de someterse a una nueva PCR con un resultado negativo que le permita volver a las pistas y seguir con su puesta en marcha. Su participación en los torneos dependerá de cómo se sienta y del tiempo que tenga para entrenar, además de la decisión que tome el equipo – Carlos Moyá, Francis Roig y al que también se ha unido recientemente como tercer entrenador Marc López-, sobre la pertinencia de reaparecer en Australia o tomárselo con calma y llegar en plenitud de forma y confianza a la gira de tierra, gran objetivo de cada temporada.
Un Grand Slam ‘maldito’
Si Rafa Nadal ya tenía dudas sobre si llegaba a tiempo al Open de Australia, su positivo por coronavirus supone un nuevo lastre. El tenista español más laureado de todos los tiempos no ha tenido mucha suerte a lo largo de su carrera con la gira en las Antípodas a la que en muchas ocasiones ha llegado con problemas físicos. El primer Grand Slam del año es el que más se le ha resistido -cuenta con un título en su palmarés (2009)- y en varias ediciones lo ha jugado tocado físicamente. Incluso ha tenido que retirarse en dos ocasiones en pleno partido: en los cuartos de final de 2010 ante Andy Murray y en idéntica ronda ante Marin Cilic en 2018.
El año pasado, sin ir más lejos, el español se tuvo que borrar de la ATP Cup por problemas en su espalda. Nadal llegó a tiempo para disputar el Open de Australia pero acusó la falta de rodaje y cedió en cinco sets ante Stefanos Tsitsipas pese a haberse apuntado los dos primeros parciales.
De momento, el Open de Australia no se ha pronunciado tras el anuncio del positivo de Rafa Nadal y el tenista permanece inscrito en la lista de jugadores participantes. Su participación pende de cómo evolucione en las próximas semanas. Cabe pensar que es poco probable que llegue a tiempo, pero, por ejemplo, en la pasada edición del Grand Slam australiano la española Paula Badosa dio positivo durante la burbuja y consiguió disputar la primera ronda del torneo.